Restaurante de cocina francesa especializado en filetes

La comida es estupenda, Natalie nos atendió superbien. Todo lo que pedimos era de calidad y bien elaborado. Es un restaurante con decoración muy original, perfecto para ir con amigos o en pareja. Además, nos quedamos a tomar unos cócteles después de la cena y estuvimos allí hasta las 2 muy cómodos.Volveremos en breve.

Una gratísima sorpresa. Como bien dicen en otras reseñas, te tiene que gustar la carne como se come la carne de calidad: poco hecha o cruda. Si no te convence, quizás no sería tu sitio aunque hay variedad de platos. Tiene base de comida francesa pero está muy influenciado por la cocina asiática, toques de picante y especias. Empiezan con una mantequilla con chorizo y alga nori de aperitivo,con pan de Panic. Empezamos con los anticuchos (corazones) de pato espectaculares, tiernos y muy sabrosos. El camembert relleno muy sorprendente y equilibrado con los frutos secos, el foie muy rico aunque quizás el aceite de la tosta le quita un poco de protagonismo para mi gusto. El magret de pavo el mejor que he probado, punto perfecto, hay que comerlo rápido que no se enfríe! Y el tartar de vaca madurada con un equilibrio de sabores muy bueno, el toque de menta nos encantó, y eso que somos muy fans del clásico de Sacha. Un chupito sólido para cambiar el paladar antes del postre. La tarta de manzana riquísima, y es cierto que la crema agria le da un sabor diferente, destacando más el sabor de las manzanas. El postre de chocolate pues no voy a decir nada, hay que probarlo, esperad una experiencia diferente. La carta de vinos aunque no probamos mucho tenía buena pinta. El precio por persona nos salió sobre 45€/persona, todo dependerá de los platos que pidas, no es un sitio barato pero la relación calidad precio de diez. Un servicio espectacular, explicando los platos en detalle y aconsejando, y con toque gamberro que ayuda a redondear la experiencia y pasar un rato genial (algunas cosas nos recordó a la experiencia de Gaggan aunque son ligas muy diferentes) . Volveremos para probar lo que nos queda de carta y darle a los cócteles. Aceptan ticket restaurante.

Ir a este restaurante es ir a conocer, descubrir y saborear una experiencia sin estar a un restaurante desorbitante.Su carta de comida no es muy variada (ellos mismos dicen que se centran en carnes y quesos, acompañados de vinos orgánicos). Hay que decir que esta carta no supone ningún problema, te atienden de una forma muy cercana y personal, así que si hay que añadir alguna cosa, o quitarla, no hay problema.Quiero enfatizar que fue la primera vez que, hice una comido acompañada de vino, en vez de agua. Fue la primera vez que me atendieron para conocer el vino y comprender sus distintas formas de ser creado y no de endiñarme" cualquier copa."

No sé por dónde empezar... Llegamos y nos llamó la atención que ningún camarero llevase mascarilla, cosa que no se entiende muy bien. Al venir a tomarnos nota se sientan contigo, sí se sientan (poco serio) La comida, bien, estaba rica. Pero al acabar de cenar, el dueño selecciono algunas mesas (en su mayoría parejas jóvenes) para darles una sorpresa" la cual constaba de varios pasos. Nos negamos hacer uno de ellos y el chico nos invitó a que dejásemos de participar en dicho proceso. Lo siento pero no pienso hacer algo que ni quiero

Decir que este es uno de los mejores sitios que he comido se queda bastante corto, porque en todo sentido es una experiencia bastante única.Desde que entras, el dueño te hace sentir cómo en su casa y cualquier duda que uno pueda tener, te la explica detenida y detalladamente, se nota que es un hombre que conoce a la perfección cada uno de sus platos, además que su trato es inmejorable.La comida también es algo que está a un nivel espectacular, tanto el tataki y el magret estaban espectaculares, es sin duda de los mejores platos que he comido.Pocas veces me he quedado con la memoria de un local, comida y servicio tan marcados cómo aquí, bravo.

Mejor de lo esperado. La comida de alta calidad, bien elaborada y con conocimiento. El trato perfecto, conocen su producto y se ve que lo adoran. El postre de chocolate es una gran experiencia. Recomendable 100% un restaurante único!

Bendito descubriendo. Estuvimos el otro día cenando y estuvo genial. Los dueños un encanto, y la comida.... Que decir. Se nota la calidad de los productos por lo que el precio me parece bastante justo. Volveremos seguro.Paul y Marta

Asombroso, espectacular... Que decir... Un ambiente informal, personal encantador y servicial, muy buen lugar para comer/cenar. Referente a la comida, una carta dedicada a los quesos y al pato, aunque también tratan otros alimentos como el cerdo o la ternera. Los platos muy bien presentados, cuidados y los que tuve la opción de probar estaban exquisitos.Sin duda volveremos, fue una muy buena experiencia y estamos deseando repetir!

El sitio de moda, platos diferentes y los dueños súper adorables y muy metidos en abrirte el apetito, pero si no eres crudo meat lover.. lo tienes complicado y’a que los platos estrella van por esa estela.Como ha sido mi caso y’a que soy las de carne un poco más hecha, no lo he disfrutado como pensaba.Tema precio, pica, pero no exagerado por lo que en general si quieres probar algo diferente en un ambiente súper cool, este es un sitio a visitar.

Restaurante que no deja indiferente.Carta escueta y arriesgada. Si no te gusta la carne cruda no es tu sitio.Todo lo que probamos estuvo muy bueno, especialmente el tartar de pato. Los postres más flojos y la Experiencia de chocolate de puede calificar como divertida.Carta de vinos no apta para puristas. Se apuesta por lo biológico, natural...y como todo tiene sus cosas buenas y menos buenas.Cómo punto negativo: tuvimos que esperar un buen rato de pie, pese a tener reserva y nadie nos ofreció siquiera algo de beber.Afortunadamente ese mal comienzo se subsanó con la buena experiencia gastronómica que vino después.Recomendable!