Viñedo

Una casa bastante grande con todo lo necesario para desconectar un fin de semana o más días..Tiene aire acondicionado en todas las habitaciones.La tranquilidad y la comodidad de estar solos y no molestar ni que nos molesten nos agradó mucho.Sin ninguna duda volveríamos.

Bodega espectacular. Sus vinos no te dejan indiferente. Todo lo contrario. El trato recibido exquisito y Pedro nos ha demostrado lo que es la pasión por el vino y el mimo con el que lo elabora.

La bodega es bonita, los vinos para un no entendido como yo son buenos, ni mejores ni peores que otros vinos de la denominación Ribera de Duero. La visita que he realizado hoy, es muy mejorable, empezando por la guía que nos ha atendido (Vanesa), que ante un par de preguntas que le he hecho ha respondido de una forma muy desagradable. Preguntas de una persona que desconoce el mundo del vino, hechas con toda la educación del mundo y sin cortar en ningún momento su explicación, como posteriormente ha pretendido justificar su salida de tono, pero ya se sabe: Excusatio non petita

Después de una ruta con la bici y tras quedarnos tirados por varios pinchazos, descubrimos que estábamos a 200m de esta bodega. El destino es caprichoso, vaya sitio más espectacular. El vino muy bueno, especial mención a un blanco que probamos ,Pájara ( nos venía al pelo) y la tabla de embutidos, quesos, carpaccio, paté...solo me faltó probar la trucha ( algunos fueron más afortunados..). Especial mención a Héctor y a los dueños del establecimiento, todos majísimos. Volveremos sin ninguna duda, más pronto que tarde. Muy recomendado para hacer ruta con la bici y acabar aquí.

Una magnífica artista. A Cal Feru estem molt agraïts de tenir una obra seva pintada amb els nostres vi a granel. Gràcies Marta!

Bodega joven en desarrollo, con un trato al cliente exquisito. Inma (una de las dueñas) es una enóloga experta y se nota su pasión por el negocio familiar

Una bodega muy bonita y siempre da gusto ir a verla y pasar un buen día con la presencia de una gran persona como Tomás y un vino riquísimo

Un hotel con encanto. Un sitio idea para desconectar de la rutina y relajarse en medio de un parque natural sin renunciar a las comodidades de un hotel de lujo. Las habitaciones son amplias, de estilo moderno pero sin renunciar a la tradición. El hotel se encuentra en un parque natural, por lo que el entorno es inmejorable.El restaurante está bien, común, como cualquier otro restaurante que te puedes encontrar en el centro de cualquier ciudad. La verdad que no nos encaja ese tipo de restaurante en un hotel como este, nos esperabamos algo sorprendente, algo que se diferenciara de otros restaurantes, pero expectativas a parte, se come bien y los platos están elavorados.

Muy interesante visita. Instalaciones modernas y pensadas para vino de calidad.

Servicio excelente, regalé una caja de vinos variados y llegaron a Sevilla en un par de días, relación calidad precio excepcional.Especialmente sorprendente el vendimia seleccionada, por unos pocos euros más, te llevas a casa una botella digna de ofrecer a los paladares más exigentes.