Facultad de derecho

Abogado de confianza y con grandes garantías de resolución a los problemas presentados. 100% recomendable.

Experiencia muy buena. Desde que me puse en contacto con ellos, fueron muy amables, todo muy rápido. De momento juicio favorable por IRPH, cláusulas suelo, comisión de apertura..... Todo lo que habíamos pedido, esperando que la sentencia sea firme en 20 dias. Gracias por todo!! Si tengo otro problema no dudaré en ponerme en contacto con vosotros.

Los abogados del despacho han cursado diferentes cursos y másters en CEIJ, y todos han cumplido las expectativas y han sido plenamente satisfactorios. Formación de calidad, muy práctica e impartida por profesores con una trayectoria intachable.

Estudiante de este centro cuando pertenecía a la complutense. Ya han pasado 20 años por aquel entonces era un barracón de un cuartel de artillería. Por aquel entonces se compaginaban las clases con los martillazos de los albañiles. Con el tiempo añadieron un modulo con cafetería y todo eso era modernidad!! Veo que han evolucionado mucho las cosas.

Es una facultad terrible,le pongo una estrella porque no se puede poner menos. Lo más importante, que debería ser la docencia, es lo más decepcionante. Si quieres aprender y que te respeten como alumno este no es tu lugar.Los profesores, prácticamente todos, vienen con una actitud desinteresada a leerte su manual, el cual te harán comprar y gastarte un dineral para que luego no sirva de nada, o leerán la ley o diapositivas powerpoint. Nada interactivo, ni ningún interés en enseñar, que se nota desde el primer día de clase. Si tienes dudas, tampoco te ayudarán, que todo sea por tu cuenta y a veces hasta te reprochan que preguntes.Por ello normalmente la gente tiene que matricular de nuevo asignaturas para coger a los únicos profesores buenos,para pagar el doble de matrícula por culpa de una universidad que no sabe enseñar.Por otro lado, el edificio se cae a pedazos, no tiene pinta de que se haya restaurado desde que se construyó. Da pena verlo, por dentro parece una cárcel, es horrible. El año pasado se cayó un cacho de techo a una chica que por suerte no le pasó nada, pero la Universidad no pidió ni perdón.Eso sigue sin arreglarse, pero seguimos yendo a clases donde se puede caer el techo en cualquier momento.Todo antiguo y feo.Deja mucho que desear,la Universidad sigue viviendo del prestigio que tenía en su momento, pero ahora nadie quiere esmerarse ni un poco en hacer la estancia agradable en la universidad.Ojalá hubiese profesores con ganas e interés por enseñar, que no tengan una actitud amargada todos los días.En fin, siento lástima por ver qué clase de universidad es y sobre todo por no aprovechar una carrera tan amplia e interesante para enseñarla de verdad y con ganas, ¿quien piensa en nosotros? ¿Este es el futuro que quieren dejar? Decepcionante. Por favor no vengan aquí si quieren aprender y salir satisfecho de la carrera.

Desde un punto de vista turístico, merece la pena entrar y ver la escalera diseñada por Ventura Rodríguez.

He realizado un curso de acceso al turno de victimas de violencia de genero. Repetire con este centro de estudios.Me parece un contenido muy útil y muy enfocado al ejercicio de derecho.Los profesores muy bien preparados para las materias que imparten, el coste es económico y ofrecen buena atención a los alumnos, tambie Julia de Administración ha estado ahí para resolver nos las posibles dudas sobre el curso.

Acogedor pero sin vida estudiantil. Debido a su pequeño tamaño, pese al elevado número de estudiantes que estudian allí no disfruta de la animada vida estudiantil que se puede ver en otros campus de la Universidad Rey Juan Carlos. Ultimamente ha mejorado bastante gracias a la construcción de la residencia de estudiantes que cuenta con una cafetería que da vida al ambiente.

Lo valoraría arquitectónicamente, pero la gestión de esta universidad es tan lamentable como la reputación de regalo de másters que le precede.

En este antiguo convento de jesuitas,estuvo el cuartel de mendigorria ,donde se alojaba la II bandera paracaidista (ROGER DE LAURIA) a la cual tuve el honor de pertenecer y convivir en dicho convento unos meses.