Bombonería Heladería El Cid

Abrió 20 minutos tarde y cuando entramos a pedir, mi hija de 3 años se apoyó en la vitrina para mirar los helados y le dijo que leyera el cartel, cuando le explicamos que no sabía leer se puso antipática. Una persona muy antipática para un café mediocre.*Añado al final para contestar a la respuesta:*El tema de abrir tarde, yo no sé el motivo y entiendo que haya circunstancias por las que se abre tarde, no se ponga un cartel avisando de la demora y no se cumpla el horario, solo cuento en la reseña mi experiencia.El comentario de poner los dedos en la vitrina, mi hija entró corriendo e ilusionada después de esperar 20 minutos a ver los helados y puso los dedos (Nada de chupetones, solo dedos) en la vitrina en la que hay un cartel de no tocar (algo de lo más normal en niños) hasta ahí es verdad y asumo la responsabilidad de lo ocurrido y pido disculpas, pero la respuesta horrible y exagerada que recibió nada más poner los dedos es el motivo de esta reseña. Se pueden decir las cosas con educación. Además me parece un insulto decir que se dijo 3 veces, no sólo es una falta a la verdad, sino que os debería dar vergüenza una mentira tan descarada.Por último, la imagen es simplemente una prueba de que estaba físicamente en la heladería, no vaya a ser tachado de reseña falsa, si bien es cierto que no representa el producto tal cual se entregó.Definitivamente, vuestra heladería no es ni será nunca mi heladería, al menos hasta que aprendan modales.P.D: No entiendo como te he esclavizado, me parece exageradísimo, ¿Entra una niña en un local, pone dedos en un cristal y te esclaviza?Lo de limpieza y pulcritud que nosotros (Parece que no vosotros) exigimos" durante COVID. Nosotros no hemos exigido

Sitio muy recomendado, sobre todo para los más golosos. Tienen gran variedad de helados, gofres, batidos, tartas... Etc. Buen precio por todo lo que aparece en la foto, unos 16 euros en total. Personal muy amable.

Este verano hemos ido en tres o cuatro ocasiones y hemos podido probar distintos productos en cada ocasión. En cuanto a los helados, bien, bastante variedad y distinta, pero se trata de sabores suaves que a veces pueden dejar un poco frío"

Fuimos por primera vez por unos amigos que habían estado, ahora somos parroquianos de este sitio.Félix y Begoña tienen un trato maravilloso, y todo lo que pidas va a hacer que se te caiga la baba.Tartas, bombones, palmeras, chocolates, y unas trufas de caerse, el sitio perfecto para los golosos.El café lo hacen como en pocos sitios, de los que gusta disfrutar con su tiempo.Además tienen unos helados artesanales que son buenísimos. Para mí, una heladería se puede saber si es buena o no por el helado de pistacho, y este es uno de los pocos sitios donde de verdad sabe a pistacho.No hay ninguno de los sabores que no esté bien conseguido, desde los más dulces como Kinder y tarta de la abuela, q los más frescos de frutas como el de Mango y el de limón, todos un acierto.También te lo ponen en batido de cualquiera de los saboresLo dicho, todo muy bueno, a dos pasos de la catedral de Burgos, y con un trato de sobresaliente

MEJOR SITIO Y EXCELENTE ATENCIÓN! Probamos los helados, cappuccinos y trufas… y delicioso todo! Lo mejor fue la atención por parte del dueño, súper amable y servicial… hasta nos regaló una trufas de nata para que probáramos. Delicioso todo y el sitio muy limpio. Los baños impecables, lo cual es un gran plus en este tipo de establecimientos! Cuando volvamos a Burgos, será parada obligatoria :).

Sus gofres con helado están increíbles.Cuentan con una amplia variedad de sabores de helados artesanos, nosotros probamos el de arándanos con queso, y el de café, ¡nos encantaron!El trato fue maravilloso, da gusto encontrar locales con gente tan amable y atenta.Volveremos a probar más sabores de sus helados y esa tarta de queso tan rica que nos recomendó.

El chocolate muy bueno, natural y artesano ! Y los gofres buenísimos ! Además venden trufas artesanales que elaboran desde hace dos generaciones ! Además el gerente es muy atento y agradable. Un placer !

¡LUGAR MÁS QUE RECOMENDABLE!De los mejores helados que he comido en Burgos sin duda. Helados artesanales y gran variedad de sabores. El dueño es un encanto y nos he explicado el origen de la tienda así como sus valores.Ante la indecisión de que sabor de helado pedir entre todos, nos dio aprobar varios y todos increíbles.Lugar decorado con encanto y muy acogedor. ¡Volveremos!

Gente muy simpática, nos aconsejan sobre las intolerancias alimentarias de manera muy profesional. Los helados son muy cremosos y sabrosos. Tienen cinco o seis helados sin lactosa (mora, fresa, limón, mango, mandarina y quizás me olvide de alguno). Muy recomendable.