CASAS AMIGAS Asociación Creciendo Juntos

Muy bonita experiencia con la Casa Amiga de Zizur Ardoi. Un hogar maravilloso y idóneo de crianza respetuosa para críos de una edad temprana. Nuestra hija tenía 1 año de edad cuando lo conocimos y fue acogida con mucho cariño por su acompañante Eva, destacable por su verdadera vocación para el trabajo con los críos y por la delicadeza y el respeto que regala a sus pequeños huéspedes en cada momento. Nuestra hija se sintió como en una familia, creciendo junto a sus compañeros en esta Casa, llena de confianza y cariño.

Dos años con Irati en Casa Sustrai que han sido una bendición para [email protected] podemos estar más contentos con la decisión que tomamos cuando Vera solo tenía 10 meses.Solo podemos dar las gracias por el trato recibido, la paciencia, el amor, el cariño, el respeto, la empatía, la asertividad, la sensibilidad y confianza que Irati ha brindado a Vera, y también al resto de la familia en todo este tiempo. Sin olvidarnos de Mei (su preciosa podenca) que se ha ganado el cielo de los perros con nuestras criaturas…;)Además de todo lo que nuestra hija ha vivido, emocionado, jugado, aprendido y soñado…nos llevamos la gran satisfacción de haber conocido a una persona extraordinaria que esperamos seguir viendo… (por la Taco o los fosos ..;)

Casi cuatro años en Hazienea... ¿qué puedo decir? Mi hija y mi hijo han tenido el mejor acompañamiento que podía imaginar.Un espacio tranquilo, donde el discurrir del día se acompasa a sus necesidades, donde se validan sus emociones, donde se acompaña desde el respeto, donde se confía en las capacidades de cada txiki, con límites que protegen.Juego libre y juego al aire libre todos los días del año.Las comparaciones son difíciles... pero ojalá en todas las escuelas infantiles se pudieran respetar las necesidades de la infancia (de sueño, de hambre, de juego, de validación, de acompañamiento de emociones...) como se hace aquí.Saioa Alzueta es paz, y no podía haber imaginado nadie mejor para acompañar a mis hijos en esta etapa de su vida. Quizá ellos nunca recuerden claramente estos años, pero sé que sí dejará una huella lo bien que fueron tratados.GRACIAS <3

Nuestra hija en casita de Oihane estuvo de maravilla. No le costó nada la adaptación, su zona de juegos está preparadísima para l@s peques y ¡qué decir de Ohiane! Fue un placer que nuestra nena estuviera con ella, es cariñosa, muy niñera, muy preparada y siempre con una gran sonrisa. Además se adaptaba a las necesidades de las peques constantemente. En su casa jugaban a todo tipo de juegos, salían a la calle a pasear, a comprar el pan, y salían a su terraza del bajo a jugar en el arenero o a hacer de hortelanas en el huerto. ¡Lo que nos costaba no era dejarla sino llevárnosla luego! ¡Recomendadísima!

No hay nada como el trato personal que te da la cercanía de una casa amiga. Sabes que tu peque va a estar perfectamente atendido como necesita en sus primeros meses de vida. A nivel de virus no hay comparación con una guardería, ya que sólo se lleva a casa los virus de otros 3 niños, y no los de la guardería entera. Grandes profesionales y con experiencia, con un claro ejemplo en Eva, de la casa de Ardoi en Zizur Mayor. Sin ella los primeros meses de nuestra peque habrían sido muy diferentes, ya que nos ayudó mucho tanto en la propia casa amiga como fuera de ella.

Estamos encantados! Siempre es duro la vuelta al trabajo y tener que dejar a tu hijo al cuidado de otra persona. Varios amigos nos habían recomendado la opción de una casa amiga y la verdad que ha sido un acierto. Los niños tienen una atención más individualizada y al ser pocos en cada casa están muy bien cuidados. Estamos muy agradecidos a nuestra educadora, por la gran ayuda y apoyo que supone para nuestra familia. Nuestro hijo está feliz con ella y no podría estar en mejores manos. Totalmente recomendable

Nuestra hija estuvo un año en una casita y la experiencia fue increíble. El que hubiese tan pocos txikis, el que sea un ambiente muy acogedor por tratarse de una casa, y sobre todo el amor y cariño que recibió de su acompañante Oihane, hizo que Irune estuviese feliz. Y para nosotros como padres, una tranquilidad el poder tener esa relación tan estrecha con la persona que iba a cuidar a nuestra hija. Un placer

Nuestra experiencia ha sido muy buena. Hemos tenido la ocasión de poder llevar a nuestra Txiki a 2 casas amigas y estamos muy contentos: el trato individualizado, la manera de enseñar, son pocos niños de manera que el cambio de estar con nosotros 24 horas a estar en casa amiga ni lo notamos!

Nuestros txikis tuvieron la suerte de ir Emeki Etxea con Izaskun en el Soto Lezkairu, y no tengo más que buenas palabras. Educar en el respeto, el cariño y la atención que reciben. La calma que trasmite Izaskun y el acompañamiento que nos dio en esta aventura de ser padres/madres no tiene precio.