Pago de Yuste

Pago de Yuste es una casa rural apartada en mitad del campo con unas vistas espectaculares, María la dueña es encantadora. Si queréis desconectar un fin de semana y conocer la historia de Carlos V es un lugar acertado para ello, dado que está cerca del monasterio y diversos pueblos que merece la pena ver. Las instalaciones de la casa rural cuentan con un aislamiento térmico estupendo, y en la época de verano disponen de una piscina. Es un entorno agradable si busca naturaleza en estado puro y desconexión. Muy recomendable.

Lugar espectacular, sorprendente, maravilloso. Estuvimos en un apartamento y estaba genial, tienen de todo lo que puedas necesitar, super limpio y cómodo. Desayunar en su porche con las vistas que tiene, no tiene precio.La piscina es excelente, ideal para refrescarse en días calurosos.Y la atención de esos dos genios, María y Manu, no tiene igual, si necesitas algo solo tienes que decírselo y zas, conseguido.Sólo decir que muchas gracias a los dos por hacernos sentir como en familia.Como anécdota: a la hora de marchar nos dimos cuenta que no habíamos puesto la televisión en los tres días que hemos estado allí, con eso se dice todo.Muy recomendable y seguro que volveremos.

Un lugar para recordar y repetir. Esta en un paraje precioso asilado del pueblo pero cerca a la vez. Todo es armonía. Los colores de las casas están elegidos para que haya una simbiosis total con el entorno y no suponer una alteración para todo lo que allí crece y vive. María y Manuel junto con su pequeña hija son unos anfitriones encantadores que te hacen tu estancia muy agradable y cómoda. Los apartamentos están cuidados al detalle. La cama comodísima y está todo casi a estrenar. Tendremos que volver para disfrutar de esa piscina mirando a Gredos. Un placer de verdad.

La estancia ha sido maravillosa en todos los sentidos. Casa muy acogedora, con todo lo indispensable, y los dueños súper amables y atentos en todo momento. Todo esto acompañado de unas vistas y un lugar precioso. Muy recomendable.

Lugar perfecto para desconectar y descansar. Apartamento cómodo, decorado con mucho detalle y con todo lo imprescindible. El entorno es fantástico, la finca muy bonita y la piscina tiene unas vistas espectaculares. Los anfitriones han sido muy atentos y amables. Gracias por todo. Un sitio para repetir!!

Genial!!!!! La experiencia en la casa rural fue inolvidable para nuestro grupo de nueve amigos. La amplitud de la casa nos permitió disfrutar de una estancia cómoda y relajada. Sin duda, lo que más destacó fue la increíble piscina, que se convirtió en el epicentro de nuestras tardes de diversión y relax. Además, queremos agradecer la amabilidad del personal, ya que olvidamos unas zapatillas y se tomaron la molestia de enviárnoslas por correo. Recomendamos este lugar para quienes busquen un refugio rural con todas las comodidades y un trato excepcional.

El apartamento es amplio y cómodo. La finca está en mitad del campo y tiene garantizadas la tranquilidad y las buenas vistas. La comarca es un paraíso.Pero lo mejor de este alojamiento es la atención por parte de los anfitriones: amabilidad, estar siempre dispuestos para ayudar pero dejando a la vez que cada uno haga su vida.Esperamos volver

Nuestra estancia fue maravillosa. La casa está totalmente equipada para lo que necesites. María estuvo atenta a nosotros en todo momento y nos regaló unos limones al comenzar nuestra estancia.Cuenta con una piscina que en época calurosa viene de lujo, fuimos un grupo de 9 personas y algunos no salieron del alojamiento por lo bien que se encontraban.Un amigo se dejó las zapatillas en el alojamiento y María nos la envío por correo, un detalle positivo por su parte.Sin duda alguna, recomendaría el alojamiento para cualquiera que quiera alojarse en La Vera.

Fuimos un grupo de amigos este verano un fin de semana a esta preciosa finca; y resultó ser una muy grata experiencia. Lugar retirado en plena naturaleza, cerca de la localidad de Cuacos de Yuste, que invita a desconectar por completo. Estancias limpias y amplias. Fantástico trato por parte de los dueños. Al abandonar la finca nos obsequiaron con una lata de pimentón de la vera a cada uno de nosotros. Un verdadero detalle.

Muy grata experiencia! Un lugar tranquilo, donde podrías pasar días enteros sin salir a pesar de estar rodeado de posibilidades tanto naturales como culturales.Lo primero a destacar es el trato de los dueños, super acogedor y cariñoso, te hacen sentir muy gusto en todo momento, con un trato cercano y fácil.El alojamiento contiene todo lo necesario para una estancia agradable, el entorno es pura paz y la piscina una autentica maravilla.100% recomendable.