La Tahona de Olivia

Menudo catering nos prepararon. El chocolate desapareció y el roscón triunfó

Panadería de las de verdad, donde el pan es de obrador y sabes que estás comprando un producto artesano de calidad. Su pan de aceite es de lo mejor, también los croissants y el bizcocho con pasas. Se ha convertido en panadería de referencia!

Pan auténtico, rico, al día siguiente sigue perfecto.La bollería en general está buenísima, los cruasanes un espectáculo (y si te gusta de chocolate, te hartas de relleno).Hemos probado también el roscón de crema pastelera y nos ha encantado, el bollito nada pesado y muchísimo relleno también.

Las napolitanas de chocolate son espectaculares , esta todo riquísimo muy recomendable !!!!

Pan buenísimo hecho en el obrador que tienen en la misma panadería , se nota mucho la diferencia respecto al pan de supermercado. Especialmente recomendables los croissants!

Pan artesano riquísimo y bien hecho. Se nota una diferencia asombrosa entre cualquier pan de panificadora y uno hecho a mano. Es como la noche y el día.El dueño es una persona muy agradable y simpática, y se molesta en conocer a sus clientes para poder tratarlos mejor. Además, se nota que le apasiona.Por si fuera poco, encima la relación calidad-precio es increíble para el pan artesano.La pregunta que deberías hacerte no es si deberías ir. La pregutan correcta es: ¿Por qué no has ido ya?Por último, leyendo otras reseñas me asombra que haya alguna de hace cinco años cuando lleva abierto unos meses (¿error de google?), y sobre todo las negativas recientes que sospecho que se han confundido de local, porque sobre este no puede ser.

Todo lo que he probado hasta el momento buenísimo, lo mejor las pastas y los croissant de chocolate. Además siempre que vamos tiene un detalle con mi hijo Miguel.

Los cruasanes de chocolate son una maravilla al igual q las palmeras totalmente artesanos ,muy buen género y muy buena la atención

Producto bueno y tratado con cariño. Personal muy amable. No dejes de probar los bocaditos de chocolate.Tras varias visitas me veo obligada a editar la reseña. Cuando atiende el dueño te pesa los pasteles o la tarta (la cobra al peso y no por unidad o número de raciones) cuando está envuelto con dos kilos de papel. Para la tarta no tiene caja. Por lo que al final sube el precio. Parece una tontería, pero por ejemplo con las rosquillas de San isidro lo pesé en casa con y sin papel y la diferencia eran dos rosquillas.