Hotel & Spa Arha

Hotel antiguo pero muy limpio y muy bien ubicado, en el centro de Potes. Hay un parking público a tres minutos caminando. Pedimos el desayuno, no está mal pero tampoco es muy destacable. Es de autoservicio de una mesa de 1 metro donde se juntan todos los huéspedes para intentar servirse, no es cómodo. No lo recomendaría porque abren 8:15, puedes ir a un café que está a nada del hotel.

Cogimos el hotel en septiembre y lo único que pedimos fue que diese al exterior y nos aseguraron que así seria , llegamos hace dos dias al hotel y al entrar en la habitación vemos que la unica ventana que tenia daba a un patio interior de 1 m2 por lo que tenia 0 luz y evidentemente ninguna vista , además sonaba un sonido muy fuerte en el patio como de motor , baje a recepción a explicar que habíamos contratado otra cosa y me dicen que eso es cosa de la central (es decir, nos quedamos como estábamos) y al decir lo del fuerte ruido me dice que es la secadora que esta justo en la habitación de al lado y que suena mucho , pero que al menos por la noche no sonaba ( durante el dia y a la hora de la siesta estaba sonando sin parar , ni cerrando ventana y bajando persiana se paraba de escuchar). La ubicación la verdad es inmejorable ya que esta donde esta el único ambiente del pueblo, el spa es pequeño (jacuzzi , sauna y duchas) pero es completamente privado (cosa que esta muy bien). El desayuno es basico

Reserve el día 11 a la noche una noche para el día 14, el día 12 a media mañana llame diciendo que me habían llamado para hacerme una prueba que a ver si me lo iban a cargar, a lo que me contestaron que no. 15 días más tarde me lo cargan, la chica de atención al cliente no me coge el teléfono. En mi pueblo eso se llama de una forma que todo el mundo sabe…que triste pringarse por 76€..

Muy bien situado y habitaciones limpias y grandes, con persianas. El baño era antiguo pero amplio y funcional, el agua de la ducha salía calentita enseguida.El desayuno tenía variedad (sobaos, tostadas, jamón y queso, mermeladas, tomate y aceite, fruta, leche vegetal...) y estaba todo bueno.Las recepcionistas muy amables.Lo único malo la insonorizacion de las habitaciones que es nula y se oye todo (además el suelo cruje y hay eco), aunque si no hay mucha gente alojada no supone problema. Nosotros pudimos dormir bien todos los días.

Desayuno pasable, la atención del personal estupenda. Spa sencillo pero acogedor reserva por habitación no se mezcla la gente y el precio 15 euros por persona 1 hora

Las habitaciones un poco antiguas.La insonorizacion muy pobre.Eso sí la situación inmejorable.El desayuno quita hambre.Hay que reconocer la profesionalidad de las empleadas del hotel en reconocimiento de una chica que de llamaba Raquel que nos ha tenido que aguantar.Muchísimas gracias.

Aunque las habitaciones y baño son amplías, necesita una reforma ya que están bastante dados de si, con sábanas con manchas ( aunque estaban limpias). El trato con los trabajadores muy bien. Los kiwis del desayuno no estaban buenos.

Pésima la experiencia carísimo para lo que ofrece lo único que se salva es la ubicación.El desayuno pésimoLas habitaciones normales pero antiguas cruje el suelo y la secadora funcionando y no deja descansarEl personal desagradable no lo siguiente deseando que te vayas después de pagar 90€ por una noche poco más y te echanFaltal la experiencia

Necesita renovación urgente, salvo del servicio del hotel que fueron muy agradables en todo momento, pero el hotel se ha quedado demasiado anticuado, muchos ruidos, nada insonorizado, teles antiguas y sabanas y almohadas manchadas.La ubicación perfecta pero eso, es un poco difícil que volvamos estando en esas condiciones.

Fuimos a través de la caja Smart Box, creíamos que estaría bien, ya que cuando hemos gastado otras cajas las experiencias han sido muy buenas. Después de leer todas las reseñas negativas y positivas, a día de hoy tienen total veracidad las negativas. El hotel está en un sitio céntrico de Potes, pero deja mucho que desear, necesita una reforma. No está insonorizado y se escuchan todos los ruidos, la gente pasando por el pasillo y hablando entre ellos o cuando entran en la habitación y se ponen a hablar e incluso cuando tiran de la cisterna se escucha, como si las paredes fueran de papel. Tampoco hay en la habitación para controlar el tema de calefacción ahora que hace frio.