Villa Sandía

Ha sido una experiencia muy agradable. Es un alojamiento peculiar no muy común. Estarás rodeado de animalitos, conejos, patos, gallinas, burros, ovejas...Está junto al río Guadiaro que tiene una piscina natural. Los anfitriones atentos. Allí tienen desayunos, comidas y cenas

Nos pusieron en una sandía con una valla peligrosa enfrente, mi peque se lastimó dos veces nada más llegar, a pesar de que avisamos por WhatsApp de que íbamos con niños de poca edad. Cuando le dijimos al hombre si podía reubicarnos en otra, le importó un ajo y dijo que estaba todo ocupado y que había que avisar con antelación. ?Las sandías son incómodas y no hay sitio donde poner nada. Las cosas que te llevas las dejas en el coche, fuera de la sandía, o en los baños que huelen bastante (lo bueno, son individuales). El día que fuimos hacía muchísimo calor y no se podía estar dentro, pero por las noches refresca.El paraje es espectacular, un puente colgante y se puede caminar a lo largo del río. Plena naturaleza.Tienen dos burros que gritan de noche, pero son majos de día, dos cabras, y gallinas y conejos que andan sueltos.En fin de semana sí que hay gente, el lunes se quedó vacío.La carretera para llegar allí viniendo de Jimena es bastante peñazo.A pesar de todo, a los peques les encantó. Es un sitio curioso para desconectar si no tienes vecinos petardos.

Lugar con encanto y original. Hemos disfrutado muchísimo la estancia, las vistas del rio sobre el puente, preciosas.Cómo punto negativo, el colchón en las sandias es muy antiguo y apenas descansamos y la atención de los propietarias nada amigable y llena de impedimentos, para todo tenían un no". Nula iluminación de noche

El lugar para ir con niños está muy bien,mis hijos lo han pasado espectacular, quizás ir en agosto no sea lo apropiado porque el pepino era un horno su interior, aunque hay un ventilador el aire que mueve es caliente. Advertencia: no llevéis mucho para guardar en el interior del pepino o sandía, no hay sitio en su interior ,está pensado sólo para dormir,no para guardar maletas,fuera en la parcela se puede dejar,pero sabiendo que lo dejáis en medio de la naturaleza con animales de 2, 4,6 y 8 patas jajaja. La seta servicio muy original, y muy limpio ......un camping original,diferente y muy divertido para disfrutar con los niños.....nosotros volveremos,estamos pensando en que mes jajaja

Inmejorable. Aquellos que apreciamos y amamos realmente el contacto con la naturaleza sin filtros ni tonterías, disfrutaremos aquí de una experiencia inigualable. Todo muy rústico y salvaje, pero con la comodidad necesaria y muchísima fantasía. Se ve que las personas encargadas lo hacen con todo el corazón, y el fin de semana se nos ha quedado corto.El pepino para nosotros ha sido muchísimo más cómodo que una caseta de campaña, y encima no tenemos que cargar con nada, y los niños lo han flipado durmiendo dentro. A medianoche, el frío de la sierra ayuda a dormir fresquitos con una sabanita.Los baños privados también son un detalle a valorar.Hay muchísima sombra en toda la finca por toda la arboleda, se ve que han respetado mucho el paisaje original, y si quieres atravesar al otro lado del río, el puente es una pasada.Pero, principalmente, viniendo a buscar naturaleza, no podemos estar más contentos. Es un sitio para disfrutar en familia, volver a conectar con uno mismo y con los tuyos, explorar, jugar, relajarse ... El ambiente es inmejorable y reducido, por lo que las familias se relacionan rápidamente y los niños en cinco minutos ya están jugando juntos.Y como plus de glamour, piscinas maravillosas en el bar y wifi gratis mientras te tomas algún sencillo y económico plato o un delicioso mojito.Prometemos volver y amenazamos con venir acompañados jejeje.

Hemos pasado unos días maravillosossssss ,mis niñas han disfrutado muchísimo y nosotros más de verlas a ella, plena naturaleza rodeada de animales, río, piscina ....es un lugar tan maravilloso que recomiendo 100% que llevéis a todos vuestros peques....no podéis quedaros con las ganas de ir....

Es el 2 año que vengo, a mi hijo le encanta y a mi también. He estado en camping donde los baños son compartidos, aquí tienes el tuyo privado. Dos piscina, una para niños y otra de adultos. El año pasado me traje para comer un día y el segundo comí en el bar, al ver los precios este año solo he traído agua y algunas chuches, no merece la pena traer nada para lo que cuesta comer aquí. El sitio es muy bonito y los animales le dan un toque muy gracioso, sobretodo por los niños. Muy seguramente el año que viene vuelva por 3 vez

Experiencia increíble para los niños! Lugar ideal para pasar unos días en familia. Es como un camping peroo en vez de tienda de campaña tienen sandías/pepinos,con lo que,es sólo para dormir,no hay espacio para más.Baño propio en el champiñón. Tiene dos piscinas,una de ellas para los más pequeños. Tumbonas en ambas piscinas. Animales sueltos que los peques les pueden dar de comer, el puente colgante muy bonito de noche.Está junto a un río,en el cual te puedes bañar.El personal muy amable,sobre todo la limpiadora y el chico de mantenimientoEl año que viene repetimos seguro! Lo recomiendo 100%

Pongo una estrella para que se den cuenta, porque sino no afectaría, es un sitio precioso, diferente, sandías, pepinos y setas, plena naturaleza, sitios en plena naturaleza para desconectar. Habitación muy pequeña pero para dormir cómoda. La pega es el servicio del bar y recepción… con más simpatía he visto a muertos en el tanatorio, no se puede ser más antipáticos y la comida me la haría con más cariño una ex suegra… pelos en la comida, levantarte para coger tu desayuno (bien cobrado), comida nada del otro mundo, aquí muestro la imagen de un simple filete de lomo, parecía que iba a salir andando, espero que mejoren porque un sitio tan precioso no merece 1 estrella