Balneario Banhs de Tredòs

El balneario está en obras actualmente y no pudimos entrar. Estuvimos en la cafetería y merece la pena subir hasta allí para verlo. Desde ahí parte la ruta a los lagos.

En general la valoración es muy buena. Estuvimos un fin de semana y la verdad es que el sitio es espectacular, idóneo para desconectar y hacer alguna ruta a pie (hay un montón de senderas muy bonitas).Nuestra habitación (con vistas a la montaña) era inmejorable, una única cama de 2x2m muy cómoda y en buen estado. Habitaciones muy limpias y en buen estado.Nosotros reservamos media pensión y la cena es algo que también nos sorprendió, ¡está todo buenísimo! El almuerzo es estilo bufete libre y hay mucha variedad.La verdad es que si alguien quiere desconectar de la vida de ciudad, es un lugar que recomiendo al 100%.

Espectacular! Tuvimos la suerte de llegar justo después de una buena nevada. La subida y bajada en moto de nieve ya de por sí es toda una aventura. La excursión con raquetas de nieve fue preciosa, el hotel tipo refugio muy bonito, la comida excelente y la atención de Lucía, Luís y su equipo sensacional. Menos mal que aún existen sitios así!!

Precioso balneario, con un encanto e historia especial.Buena cocina.Sobre todo los masajes, muy buenos.

Una de las mejores experiencias para vivir en vacaciones de invierno. El paseo en ski-doo es precioso, el valle nevado es una auténtica maravilla, el personal tiene una amabilidad descomunal, nuestro guía fue Álvaro y es un 10, y el resto de personal nos hicieron sentir como en casa. Sin duda una experiencia para repetir, una verdadera gozada

Un hotel balneario en un paraíso de alta montaña. La comida muy rica, me encantó la costilla asada a baja temperatura.

Lugar increíble para desconectar. Tienes que llegar en moto de nieve al balneario y es una experiencia única. Puedes quedarte a dormir en el balneario o a pasar el día y comer allí. Nosotros fuimos en moto de nieve por la mañana e hicimos una caminada hacia una cascada que está cerca del lugar. El restaurante está muy bien y el personal es muy amable. Tiene muchísimo encanto.

Escogimos este hotel porque consideramos que era una excelente opción para desconectar, por el entorno y por la poca cobertura móvil. Sin duda, fue un acierto. Nos dieron una habitación en la planta superior con dos ambientes: la sala de estar y el baño en la parte inferior y la cama de matrimonio, muy cómoda, en la superior. Desde el primero momento la atención fue increíble y no tuvieron ningún problema en permitir alojarnos con nuestro perro, un cachorro de 5 meses. Optamos por la media pensión, con una oferta para descubrir el parque que incluía pícnic y un viaje para el taxi que puede subir por la pista forestal, y también el acceso a la piscina termal, jacuzzi y sauna. Tuvieron la amabilidad de cambiarnos uno de los días a pensión completa, ya que decidimos comer en el restaurante del hotel y salía más a cuenta que pagar esa comida a parte. La comida excelente y nos adaptaron el menú de cada noche a una opció vegetariana; Álvaro, el cocinero, un encanto y siempre dispuesto a encontrar una solución. El desayuno, tipo bufet, muy apetecible. Sin duda, un hotel para tener en cuenta si volvemos alguna vez a la zona. ¡Gracias por todo!

Hemos estado hoy haciendo la ruta en moto de nieve, paseo con raquetas y comida. Fabuloso aconsejable del todo, no defrauda. La comida consistía en paté casero, olla aranesa, chuletón y flan de queso casero con vino incluido. El personal súper amable y atentos en todo momento. Gracias.

Comimos el menú del día y todo muy bueno.El trato muy muy bueno, muy simpáticos y atentos.Volveremos