Rosalia Urban Coffee

No es un sitio caro y si necesitas desayunar cerca de la estación está bien para salir del paso. Eso sí, el croissant estaba reseso y el pincho de tortilla era todo aceite, yo no lo recomendaría.

Muy buen bar para tomarse una caña o vino y picar algo. Situado en la calle Rosalía de Castro, en el propio centro de Vigo y acompañado de un montón de bares se caracteriza por tener buenos productos y los camareros son muy amables. Lo recomiendo para tomar algo antes de ir a cenar.

Camarero encantador y muy buen servicio :)

Aunque iba a ponerle mala puntuación, por estar 15 minutos en la terraza esperando a que me atendieran y atendiesen a mesas que llegaron después, antes; y por tener cañas de Mahou, al final lo arreglaron con la amabilidad y la cantidad de pinchos que ponen con la consumición. Bastante tranquilo, a pesar de que se pueda ver el fútbol y bien situado, cerca de la estación de tren.

Menú económico pero con plato único incluyendo café y postre. Suelen acercar un aperitivo sin coste.

Cafetería centrica donde puedes tomarte unas cervezas con pinxhos. Tiene tambien menú del día durante la semana. El personal es un poco distraido, hemos ido varias veces y siempre hay algun detalle, esta vez la chica de la barea estaba mas pendiente del móvil que de los clientes.

He desayunado allí hoy y no esta mal. Relación calidad precio bien. La única pega es que no hacen bocadillos hasta la hora de comer.

Una buena cafetería grande, espaciosa, limpia, con una gran terraza y con muy buena atención, con platos variados en lugar céntrico y muy concurrida.Con las consumiciones te ponen cantidad de tapas y muy variadas.

Local en esquina que lo hace muy agradable, en especial su recogida terracita. El trato por parte de su personal ha sido muy profesional, siempre pendientes de la terraza, nos han atendido al momento de sentarnos. Las consumuciones vienen acompañadas por un pincho de cortesía.

Llegamos y nos sentamos en una mesa que estaba sucia. El camarero retiró los vasos pero no pasó un paño. Pedimos la comanda y, cuando ya había llegado le pedimos pasar un paño. Nos dijo que por donde lo pasaba y le respondimos que a toda la mesa, que estaba llena de migas. Su respuesta fue: “ese es el problema de sentarse en una mesa sucia”. Miramos alrededor y TODAS las mesas estaban sucias, entonces ¿donde me siento? Aún así, no le dijimos nada. Más tarde, uno de nosotros le pidió mantequilla y nos pregunta: “¿Para qué?”, que vemos innecesaria y de mal gusto esta pregunta, obviamente es para el pan.Adjunto foto de mis tostadas de tomate y queso, donde el tomate es casi inapreciable.