Hotel Araba

Trato familiar y cercano.Habitación muy tranquila. Limpieza de 10.En el restaurante se come de lujo.Volveré seguro.

Hotel muy pequeño pero acogedor, las instalaciones estaban limpias y eran muy nuevas. Quizás el desayuno para mi gusto era muy limitado, pero es una apreciación muy personal. Queda algo alejado del centro, pero con transporte público junto al hotel, como ventaja decir que es muy fácil aparcar junto al hotel si no quiere usar el aparcamiento. El personal muy amable

No es lo que puedes esperar de un hotel de 3 estrellas.A veces te encuentras la habitacion no del todo limpia. Entre un lunes y había migas de pan en un cojín.Y otras veces se olvidan de ponerte Chapu y gel para ducharte. Ya es la segunda vez que me toca ducharme con gel de mi casa.

Lejos del centro. La habitación es extremadamente calurosa. Desayuno ramplón. Calidad precio me pareció un poco caro

Excelente opción para visitar Vitoria. Habitaciones muy buenas, limpieza, trato del personal, no tienen opción de bufet al desayuno, pero es completo y agradable. Es la segunda vez que lo visitamos y no defrauda. Recomendado

Buena ubicación, personal atento, no me he alojado, pero me parece bien para los qué quieran pasar unos días y conocer una gran ciudad.

Habitaciones muy bien acondicionadas, climatización perfecta, buena limpieza y funcionamiento de las instalaciones. Aparcamiento fuera del hotel sin problema. Lo malo, que las vistas al jardín y al tocarnos planta baja hacen que no puedas abrir las cortinas porque todo el mundo te ve, y el excesivo ruido en el pasillo, se oían las puertas cerrar y la gente hablando, niños corriendo, nos despertaron varias veces.

Comida espectacular, las alcachofas al natural con jamón son inmejorables. Muy buen trato y extensa carta de vinos. Muy recomendable.

Muy acogedor, muy bien. Servicio muy amable, aunque no necesitamos nada, salvo al entrar el primer día, y salir el último.

Fantástico hotel en Vitoria. Regentado por los hermanos de la familia Araba, todos ellos muy majos. Las habitaciones son amplias y están impecables. Hay una pequeña nevera para poder guardar bebida fresca. La cama es muy cómoda y la iluminación es ideal. La limpieza es inmejorable y cabe decir que las instalaciones huelen muy bien!No probamos el restaurante, pero el café estaba muy rico. La terraza es un lugar agradable para tomar algo en cualquier momento. Y según dicen, las croquetas son de lujo.El hotel está bien comunicado al centro de Vitoria, con una parada autobús a 2 minutos. Si no, caminando son unos 25 minutos. Cuando volvamos a Vitoria, no dudaremos en repetir.Saludos a Javier y toda la familia por hacernos sentir como en casa.