Disidencia de mayores Hontanar del Jarama

Poco profesionales, sin ninguna empatia, a mi madre la vestían con ropas que no eran suyas y cuando nos devolvieron sus pertenecias, a la ropa le fataban botones, estaba desteñida o con agujeros, faltaron pertenencias, lo que es una casa de los horrores. Hacer especial recordatorio al una encargada de auxiliares que siempre recordaré lo que me dijo y que en ese momento no supe responderla y eso me pesará siempre, cuando mi madre la pedía ir al baño la muy insensible me decía que había que educarle el esfinter, en definitiva una trabajadora al servicio publico muy poco preparada, sin ninguna empatia con los abuelos, autoritaria y mal educada que mientras de mala manera a los familiares nos pedía que nos pusiéramos la mascarilla y lavaramos las suela de los zapatos, ella se comía bocadillos en el mostrador de recepción que es su puesto de trabajo. Por favor no llevéis a vuestros mayores allí, debería estar clausurado.

Mi madre ha estado 15 meses en esta residencia y no continúa en ella porque se la solicitó otra más cercana a la familia. He de decir que a pesar de que la residencia no sea moderna, el trato que mi madre ha recibido por parte de todo el personal, ha sido de lo más exquisito, cariñoso y atento, desde Inmaculada la directora, pasando por Petri, enfermeras, etc. Esta parte humana, en esta residencia, está garantizada y llegado a ciertas edades y en condiciones físicas y mentales dolorosas, es prioritario. Mi agradecimiento y el de mi mujer para todos.

Esta residencia no la recomiendo. Mi familiar estuvo más de 4 meses y lo que vi durante esos meses no me gustó para que estuviera allí. Principalmente: mala organización, carencia de actividades, instalaciones y los alrededores no se encontraban en condiciones óptimas para que estén nuestras personas mayores. Afortunadamente pudimos hacer un traslado.Espero que la Comunidad de Madrid también supervise el correcto cumplimiento del buen hacer en las residencias que gestiona, como en este caso en concreto, al igual que exige en las privadas. Me parece que lo que se cobra por estar en una residencia “subvencionada” ya es más que suficiente para tener unas condiciones óptimas.

La atención es buena y la directora siempre está dispuesta a ayudar, mi padre y nosotros la familia estamos muy contentos.

Un horror de Residencia, en 8 meses mi madre no pisó el tan cacareado jardin, sólo vio la luz de sol cuando la sacábamos nosotros. Ni siquiera la dejaban moverse por la residencia en su silla de ruedas porque entorpecen el paso". No la llevaban al baño cuando lo necesitaba porque "tienen que educar los esfínteres" (con 91 años). La vestían y calzaban con ropa que no era suya. La responsable prepotente y maleducada. Hay honrosas excepciones con auxiliares cariñosas y atentas. El deterioro en estos meses fue brutal."

No tengo palabras para agradecer la profesionalidad y el acompañamiento que mi padre recibe en este centro. Trabajo con personas dependientes y se de lo que hablo.Gracias a todos y todas por su trabajo que va más allá del cuidado. Feliz año para todos y todas.Regina Carmona, hija de un residente.

Cuando me asignaron esta residencia para mi madre y por casualidad buscando en Google vi la calificación casi muero, después leí los comentarios y peor, decidí ir hasta allí a ver con mis propios ojos antes de aceptar la plaza y cuál fue mi sorpresa con lo que me encontré, os digo no dejarse influenciar por lo que escriben las personas tampoco me crean a mi, cada experiencia es única.Puedo decir que mi experiencia hasta el día de hoy es excelente que el personal con el que he tratado desde auxiliares, la directora Alba y la subdirectora encargada son personas que nos han tratado con un educación, comprensión y un calidad humana única .Gracias al Universo por ponernos a estos seres tan maravillosos en nuestro camino .

Quiero agradecer a todo el personal de la residencia el cuidado y cariño que dieron a mi madre Tomasa durante los tres años que permaneció con vosotros hasta su fallecimiento. Y el trato y cariño que nos habéis dado tanto a ella como a nosotros en sus últimos dias.Muchas gracias .

Dios quiera que no termine mis días en la basura. Por que no hay verdad limpia en todo cuanto afecta a los mal llamados centros de mayores, ni cuando se ha de acudir a la caridad pública asistencial por necesidad. En ambos casos, las personas terminamos siendo un desperdicio humano y económico para las instituciones y para la falsa bondad ajena de las residencias y sus administradores. También para algunas familias. Me sorprende que haya gente agradecida. No hay gratitud sin interés, y no sé qué interés puede haber en sufrir o ver sufrir a personas ancianas, enfermas e indefensas, a las que se niega la dignidad y el respeto en sus últimos momentos. Sirva esta reflexión para vergüenza de quienes se lucran con el silencio de la vejez o abusan de él. Y para los que, en obligado silencio, trabajan día a día por dignificar la vida y aún la muerte, mi más sincero agradecimiento.

Buenas soy hija de Francisco Ortubia Armendariz quería agradecerles a todo el equipo de la residencia la buena labor que tienen con todos los ancianos y sobre todo lo bien que sean por tado con mi padre durante los 12años y la paciencia que tienen a todos los ancianos les mando un fuerte abrazo y que tengan felices de fiestas para todas l@trabajadores