Hospedería la Era

Trato exquisito, información útil y extensa de toda la zona proporcionada por Raúl, desayuno excelente, se respira paz y tranquilidad y una vistas maravillosas.La piscina se agradece en días de calor.Gusto exquisito y cada cosa está pensada en el más mínimo detalle para que estés agusto.Posiblidad de visitas culturales muy interesantes.Rutas en bicicleta de la villa verde del aceite.Una Energía de tranquilidad que te transmite el sitio.

Se lo recomiendo a todas las personas que tengan posibilidad de alojarse en la Era si visitan la zona. Todo perfecto trato familiar , buena relación calidad precio. Repetiremos más de una vez

Lugar con mucho encanto y tranquilo, de habitaciones muy confortables y silenciosas, con una arquitectura impresionante, que alberga multitud de enseres de hace varias décadas, que lo convierten, además de hospedaje, en museo, donde Raúl, el anfitrión, nos ha mimado en todo momento y aconsejado para aprovechar mejor las visitas, con una exquisita gastronomía ecológica, de proximidad y productos de temporada, un placer disfrutar de su cocina!

Un sitio con un mantenimiento excelente, servicio atento y amable.Cabe destacar que las camas son muy cómodas, y las comidas son ecológicas, además de estar muy ricas.Desde luego es un sitio recomendable y para volver.

Idílico entorno natural de la Subbética. Excelente gastronomía y especial desayuno con productos naturales de la comarca, reseñar sus maravillosos aceites de oliva virgen. Ideal para desconectar y recargar pilas. Muy agradecidos por la amabilidad, atención y trato de sus propietarios.

Pocas veces nos hemos encontrado tan a gusto. La edificación, la restauración, cada detalle, el trato, están cuidados al máximo. Gracias a Raúl y Davinia por ese gran esfuerzo en todo lo que hacéis. Espacios grandes, acogedores, habitaciones cómodas, entorno precioso. Para ir muchas veces y descubrir las interesantes propuestas culinarias

Un lugar mágico y extraordinario. Nuestra estancia allí fue de 10. A la habitación no le faltaba ningún detalle, la cama súper cómoda, ducha muy amplia… El desayuno es todo un espectáculo de calidad. Los dueños encantadores… sin duda muy recomendable y volveremos a repetir.

Íbamos a pasar el fin de semana por una boda, y cogimos el sitio por sus buenas reseñas y por lo bonito que era. Desde luego no nos equivocamos, Davinia y Raúl te tratan fenomenal desde el primer momento que entras por la puerta. Te sientes como en casa. El sitio precioso, decoración sumamente cuidada, muchos detalles y las habitaciones preciosas y acogedoras. Creo que nunca he estado en ningún hotel con una cama tan cómoda. Encantados de haber pasado dos noches allí y que desayuno más ricos preparaban, probando todo tipo de productos ecológicos de la zona y buenos aceites como no podía ser de otra manera. Con ganas de volver de nuevo para disfrutarlo aún más si cabe. Mil gracias chicos.

Raúl y Davinia te hacen la estancia muy agradable y dan muchos consejos sobre qué visitarEl hotel está lleno de detalles, la habitación con una preciosa decoración. El desayuno rico y sano con productos de la zona. Se respira pazEl entorno de la subbética muy bonito, la única pena es no haberlo podido disfrutar más tiempo por el trabajo.

Maravilloso.El mejor hotel en el que recuerda haber estado, una pasada.El entorno es espectacular y tranquilo.La decoración y estancias, brutales. Por no hablar de esos desayunos de 4-5 platos todos artesanales y presentados de manera exquisita. Cuidan hasta el mínimo detalle, hasta el jabón y champú son 100% naturales y ecológicos.Sin duda una experiencia para los sentidos que es necesario experimentar.Recomiendo sin dudar ni un segundo.