Balneario De Caldeliñas

Bonito enclave histórico de las termas en la población de Verín, en Orense.

Ruinas de un antiguo balneario, necesita mejoras en accesos, y barreras de protección en la zona de piscina, no recomiendo para visitar con niños a no ser que estos vayan de la mano. El entorno es un punto a favor.

Está como se ve en la foto... Las antiguas bañeras de granito y dos carteles con la composición de las aguas e historia del fundador del recinto... Pena que no se vuelvan usar los baños públicos exteriores, están en una instalación próxima y también en ruinas.

Que penita, está abandonado. Podían tenerlo mejor. El vecino que vive al lado nos estuvo explicando muchas cosas. Por cierto, el pueblo donde está, Verin, está sucio, tiene un río sin apenas agua. Y esto no se entiende... Una pena

Son unas ruinas, lo expuesto en la pàgina del ayuntamiento es bastante bastante engañoso....

Un bonito lugar dentro de un excelente paraje. Se puede ver la zona del balneario donde antiguamente los clientes del balneario realizaban los baños, destinados sobre todo al cuidado de la piel y la curación de enfermedades cutáneas. Recientemente sus instalaciones se han abierto al publico como muestra de lo que fue este balneario. Hay una fuente para degustar este agua, aunque lo importante era su poder curativo. En sus paredes se cuenta la historia y fundación de este singular balneario de aguas termales.

Algo diferente...muy guapo

A 15 minutos del centro de Verín se encuentran las ruinas del antiguo Balneario de Caldeliñas. Su nombre proviene de la expresión latina “Aquae calidae” en referencia a las altas temperaturas con la que brotan sus aguas, y ha sido el pionero en el uso terapéutico del agua en Verín al estar activo ya en el siglo XVI.El francés Fernand Debas aprovechó su posición adinerada, gracias a ser el fotógrafo de la corte de Alfonso XII, para invertir en el balneario de Caldeliñas y en el manantial de Sousas adquiriéndolos en 1887. En una época que las aguas termales eran la vanguardia en la medicina, supo ver la oportunidad de negocio y promocionó su inversión en toda España, en especial en las altas esferas de Madrid, disfrutando así de las épocas de máximo esplendor.El balneario se dedicó exclusivamente al tratamiento con los baños mediante dos edificios, uno de baños individuales y otro de baños colectivos, dejando la venta de bebidas al de Sousas.Estuvo activo hasta la década de 1960 y hoy en día se encuentra en ruinas, manteniéndose intacta su estructura exterior y algunas de las bañeras donde se recibían tratamientos de agua y lodos.

Reminiscencias de otros tiempos con ese encanto romántico de lo desaparecido.Me gusta encontrarlo allí, donde en su día sería una novedad y seguramente no volverá a aquella gloria.Poco viable, ahora mismo.Pero es un vestigio de lo que fue hermoso.Me gusta que conserven lo poco que queda. Y que pueda apreciarseLa pequeña historia, así como la distribución.

Merece la pena visitarlo para imaginar cómo era un balneario de principios del siglo pasado.