La Caridad de Santander

Personal muy profesional y con total empatía con los residentes.

Por el momento todo perfecto

EL PLANO ADJUNTO ESTA MUY MAL CALLES CON NOMBRE EQUIVOCADO

La experiencia vívida hasta el momento deja mucho que desear. Tengo 2 familiares en el centro y solo me cuentan penurias. Esta visto que por La Caridad, entra la peste. Desde hace 7 meses estoy esperando una entrevista con el director/a del centro para hacerles llegar nuestras quejas, pero la callada ha sido su respuesta. Ojalá la vida les trate con la misma moneda.

Íbamos a ver a mi abuelo que está enfermo. Iba junto con mi abuela de 90 años. A falta de 10 minutos para que empezaran las visitas nos han echado a la calle a esperar.Mi abuela no puede andar mucho, creo que no supone mucha molestia esperar 10 minutos sentada en la recepción.Muy triste, cero empatía. Eso dice mucho de la calidad humana de las personas que trabajan allí, por lo menos en la recepción.

Residencia de mayores, muy buenos servicios habitaciones amplias y personal muy amable. Buena ubicación.

Residencia de la tercera edad ,contempla una residencia de dia ,con entrada por la C/Argentina (principal) coches y carros C/alta y calle Montevideo. Esta junto rodeada de un parque público para disfrute de los ancianos.Una asilo regentado por monjas que con el tiempo pasó a ser residencia particular siendo una asociación sin ánimo de lucro y con el patrocinio del Ayuntamiento y Diputación, creándose una patronato que va dirigido al servicio del anciano .Está equipado con todo el servicio moderno disponible y una serie de servicios que la ponen en la privilegiada de Santander . Tiene también una Capilla con visita diaria de Capellán

Las instalaciones y personal muy bien. El trato cuidado etc.....perfecto. Ha estado mi madre y muy bien. Volvería sin problema.

No sé si es que es poco común que la familia de un residente fuera a diario a visitarla (alternándonos para no coincidir a la vez), pero no les hacía ni pizca de gracia que no faltáramos ni un día, de hecho un día nos invitaron a no ir tanto diciendo que en algunas residencias estaban limitadas las visitas a días concretos. Somos muchos los que hemos dejado a nuestros abuel@s estando ya muy impedidos sólo por su necesidad y no por querer depreocuparnos de ellos, por eso queremos acompañarles sabiendo además que por desgracia (como fue la mía) queda poco para poder disfrutar de ell@s.