Residencia Virgen de la Esperanza

Como nieto de mi difunta abuela de 96 años, la cual estuvo en esa Residencia 10 días en Navidad, tras estar hospitalizada 20 días por un leve ictus y necesitar atenciones especiales para recuperar movilidad y mejorar de las secuelas, se confió en que dicho Centro era idóneo por sus instalaciones nuevas, enclave magnífico, muy próximo a la Familia, personal calificado, etc. Al día siguiente de su ingreso prohíben visitas por tema covid. Desde ese día era casi imposible nos cogieran el teléfono para saber del estado de mi abuela, conocer las rutinas que tan importantes eran para su recuperación, saber si comía y la hidrataban por el problema en tragar, etc....no informaron de nada de ello y cuando respondían los auxiliares ignoraban si comía, bebía, nada de nada. Se quejaban de que estaban desbordados, escasez de personal. Mi Madre y tíos estaban desesperados no saber nada del estado de mi abuela.A los 10 días mi abuela estaba muy mal y la trasladan al Hospital donde le diagnostican deshidratación, infección de orina , úlcera en coxis en estado avanzado.... A los dos días fallece.Mala praxis en esa residencia para Ancianos dependientes, falta de personal, desinformación a los familiares y no mostrar el mínimo interés de sus residentes cuando los trasladan al hospital. Desde que salió de la residencia hacia el hospital, hasta el día de hoy ni han llamado para preguntar, ni han respondido a los emails que han enviado los hijos, ni a la promesa que le hicieron a dos de las hijas de informar sobre lo sucedido cuando éstas fueron a la residencia para informar del fallecimiento y decirles todo lo que debió padecer mi abuela y ellos en esos días de ausencia de visitas ,de información, de la atención a mi abuela.Quiero decir a hospitales, Residencias, familiares, tomen en consideración mi testimonio y sirva para que se inspeccionen estos centros, que cumplan los protocolos establecidos y que se apliquen mejoras a los existentes en cuanto al cuidado de ANCIANOS DEPENDIENTES.Por mi abuela y los demás abuelos.

Muy mal atendida.Me dejo esperando para atender a quien llamaba. La frase hubiera sido:” Dígame su nombre y teléfono que lo llamo lo antes posible, estoy atendiendo a una persona”Pero no lo hizo.Luego la presencia deja mucho que desear. La vestimenta es esencial para ser relaciones públicas. Un trabajador social con unos tenis.Y luego la función de espantar a la clientela la bordó.

La peor residencia (y carísima),no la recomiendo bajo ningún concepto, desorganizados,irresponsables, chapuceros(nada profesionales)inhumanos!!!!Lo peor de todo :la empatía con las personas dependientes,brilla por su ausencia!!!Como familiar de una ex residente debo destacar que no están nada preparados para personas dependientes,da igual la enfermedad que se tenga y haga de la persona en cuestión dependiente,ellos no tienen ningúna preparación profesional,falta personal y eso desemboca en tragedias como la que le ocurrió a mi suegra,a tan solo un mes de ingresar allí por primera vez, dependiente por su enfermedad, absolutamente para todo,comer,beber agua ,vestirse ducharse,y a hacer sus necesidades al WC..etc...para todo y muy avanzada ya su enfermedad,termino ingresada en Torrecardenas con deshidratación severa!!!algo inadmisible ya que nos aseguraron desde la residencia,antes de que mi suegra ingresará ,de que ello eran muy preparados y autosuficientes y que era el sitio adecuado!Ni de lejos....por desgracia mi suegra falleció como resultado de esa deshidratación tan solo una semana y poco después en el hospital Torrecardenas!!! Entró por su propio pie a la residencia y a la semana siguiente ya nos la bajaban en silla de ruedas...llorando ,con ansiedad...confiamos en ellos y nos decepcionaron !!!!Y este suceso es solo uno de tantos...la bajaban con la ropa manchada,un día se les cayó y la tuvieron cuatro días sin analgésicos,les tuvimos que decir nosotros que le dieran algo para el dolor ...No tienen vijilanciabpara las personas dependientes...siempre poniendo escusas y echandose la culpa los unos a los otros...NO LA RECOMIENDO,ES LA PEOR RESIDENCIA DE ALMERÍA!!!Le doy una estrella...pero no sé la merecen para nada!!!

4030 gx-Mi crítica es para el conductor de l autobús. Ese hombre no tiene ni idea de conducir.. no sabe lo que son los intermites. No se funden no se preocupe.

Con los residentes dependientes, pésima atención, el personal desbordado a cualquier hora, sin poder recibir información ya que contactar con el centro por tlf. es misión imposible. El sistema deja mucho que desear. Lo peor de todo: deshumanizados ante negligencias graves y sin dar una explicación una vez presentadas las quejas. Quizá para las personas no dependientes sirva, si no, mejor buscar otro lugar. Mercantilismo puro con personas indefensas.

Residencia excepcional. Siempre es fundamental que te ofrezcan buenos servicios pero en esta época de pandemia me parece fundamental la calidez humana y la cercanía con los abuelos y abuelas. Un trato de diez, estoy muy agradecido con ellos.

Es lamentable la atención al usuario,., al borde de la linea roja. Mi opinion al que me pregunte por la residencia en general, será de un menos 10. Hay lo dejo para que conste.La estrella la he dado para dejarme escribir, pero no se la merece.Falta total de empatia. Trato frio y oculto.oder ver dependencias ni instalaciones, sin pedir cita. " No lo entiendo.No la recomiendo a nadie. El trato a mi suegro ha sido nefasta"

La residencia está muy bien equipada ,desde sala de cine,biblioteca, gimnasio, peluquería, capilla, sala de juegos,cafetería, tanatorio,u.c.i.piscina,lavanderiaetc....todo muy limpio .personal muy amable y atentos con los residentes,cuidadosos , y siempre ayudando a que se sientan bien .

La experiencia de mi hermano mía ha sido nefasta.Y lo sorprendente es que en Hospital Torrecardenas la valoración de dicha Residencia La Esperanza" es totalmente negativa

Es una residencia con muy buenas instalaciones. Ahí acaban sus bondades. Les falta personal y buena gestión. A los mayores no se les trata con el respeto y dignidad al que tienen derecho. Salvo honrosas excepciones, no se les escucha, se les responde de malos modos o se les marea para quitárselos de encima. La impresión general es que les molestan. Se pierde ropa en la lavandería. El comedor es muy mediocre. La mensualidad muy alta.