Albergue de Peregrinos de Roncesvalles

El edificio y la ubicación es muy buena pero desgraciadamente mi experiencia con los voluntarios holandeses no es buena.Te tratan de forma muy impersonal y como si fuesemos un rebaño.A las 6 de la mañana te despiertan con cantos gregorianos muy altos para molestarte.A partir de las 7 la cosa se pone peor, abren las ventanas para que te entre el frio de los pirineos y te quieras ir. Cada 5 minutos venia alguien a reñirnos.La etapa anterior es una etapa dura asi que habíamos decidido salir a las 8 para poder descansar lo máximo posible, pero esta gente nos lo puso muy dificil.De muy malas formas nos decían que nos fueramos de ahi e insinuaron que eramos unos turistasEl nivel de lo sucedido alcanzo un surrealismo tal que llamaron a la guardia civil para que nos echaran del albergue (insisto en que voluntariamente nos íbamos a ir a las 8 que era la hora máxima que nos pusieron desde un principio el dia anterior)

Albergue, que, pese a hospedar a unas 150 personas, su organización hacía de él un lugar íntimo, cómodo y con todos los servicios. Limpio, facilitan sabana desechable.Cómo pega, podría poner que los hosteleros voluntarios son desagradables al trato.

El lugar es precioso. El albergue es muy grande y está bien conservado y por supuesto, las vistas increíbles.Las habitaciones son acogedoras (en búnquers de 4, por lo que a pesar de ser litera hay intimidad y además tienes taquilla con llave).La limpieza impecable.Lo malo, esque no hay una sola tienda donde comprar nada de alimento, y las máquinas expendedoras que ofrece el albergue tienen precios abusivos. Si queréis usar las cocinas, es necesario traer la comida e ingredientes (incluido sal y aceite) ya en la mochila.Para utilizar la lavadora hay que pagar 7 euros, lo cual es excesivo para ese tipo de servicio que también tiene cualquier otro albergue de la ruta.En general los precios son caros, teniendo en cuenta lo mucho que el sitio depende de voluntarios de Países Bajos.

A pesar de que el albergue es un adalid para los peregrinos que llegan desde Saint Jean, por ubicación y servicios, es para darle muy buena nota, me quedo con el trato por parte de la señora que nos atendió al llegar (no los hospitaleros voluntarios), simplemente lamentable, no nos sirvió de ninguna ayuda y parecía que le estábamos molestando. Le pongo una estrella al servicio, por los voluntarios, no por esa señora, que le pondría -5 estrellas!!!!

1. Limpieza: excelenteImpecable limpio en todas las áreas.2. Comodidad: excelenteLas instalaciónes modernas y bien cuidadas, camas cómodas.3. Personal: aceptableEl personal es atento, pero responde de forma muy corta y demasiado distante (no se siente el ambiente acogedor de bienvenida). La mayoría son voluntarios de otros países que no habla nada de español.4. Ubicación: excelentePegado a la iglesia, con un ambiente muy encatador5. Relación calidad-precio: buenaAlgo más cara de que otras albergues, pero la limpieza es impecable y destaca mucho el interior del sitio.Observaciones:• No hay mantas (hay que llevar su propio saco de dormir o alguna otra cosa)

No puedo valorar las habitaciones, porque no pudimos alojarnos. Sin embargo la ubicación y el trato personal recibido, ha sido excelente. Especialmente a la recepcionista, que llegó a ayudarnos con una pequeña lesión que sufrió uno de los niños.

El albergue está correcto y la organización buena. El personal escaso para el volumen de peregrinos que llegan. Pero profesionalmente un 10. Yo tengo que agradecer a Marisol su acompañamiento y gestión en todo momento para solucionar un problema que he tenido durante el trayecto. Gracias a ella he podido continuar el camino. Como persona y profesional excelente. No todo el mundo se ocupa y se implica en ayudar a los peregrinos en situaciones delicadas.Enhorabuena.

El sitio esta bien, La persona que te hace el check in (una mujer de pelo corto blanco) de lo mas mal educado que he visto en mi vida. He viajado por el mundo y visitado muchísimos hostales y yo priorizo buenas energías y educación mas que sitios limpios y camas cómodas pero hacia tiempo no me habían recibido tan mal en un sitio... Super mal educada y una cara de enojada. Antes de atenderme a mi atendió otra persona y la trato realmente MAL. Quizás tuvo un mal día y lo pague yo. No volvería por esa mujer.

Un lugar mejor de lo esperado. Está gestionado por voluntarios holandeses. Gente muy seria pero con un nivel de español pobre.Instalaciones impecables, con grupos de 4 camas en pequeñas camaretas de madera con mobiliario tipo Ikea. Te dan sábana bajera y cubre almohada de una especie de papel que se siente agradable al contacto con la piel. Colchones muy cómodos. El precio es fenomenal. Instalaciones muy limpias, baños bien equipados y modernos. Hay cocina, lavadora y secadora, tendedero, despertador a las 06:30 con cantos gregorianos. La cena y el desayuno son muy ricos.El trato del personal es amabilísimo.La única pega es que solo había una persona en recepción y ese proceso es algo lento.

Albergue de cabecera en la preciosa localidad de Roncesvalles.Es un edificio antiguo, del cual se ha rehabilitado una parte, aunque el estado aparentemente no es malo, enseguida se ven algunas deficiencias (varias goteras algunas de ellas que dan directamente a la cabecera de la cama, como a mí me tocó, los secamanos no funcionan, muy pocos aseos y duchas para la cantidades de peregrinos que estos allí, etc).Los responsables del albergue son unos señores holandeses, parece que de alguna orden religiosa, los cuales ponen mucha voluntad, entrega, amabilidad y cariño, pero la organizadora es bastante mejorable, el check-in es lentisimo, pese a tener ya la reserva, solo una persona y atiende a una gran cantidad de peregrinos.Cómo españoles y que no dominamos muy bien el idioma inglés, nos costó entablar conversación con los hospitalarios, nos sentimos un poco extranjeros"" en nuestro país.Ojo