Restaurante A Cova

Concurrido restaurante con preciosas vistas sobre la Ribeira Sacra. Amplio comedor en forma de L con ventanales.El servicio es muy profesional.Conviene reservar.La comida con especialidad en la brasa , tanto de pescados como trucha o carnes como la ternera.... También anguilas fritas.Las croquetas están buenísimas.El chuletón y el churrasco también. Las truchas bien.Pedimos los postres de flan de café y de queso, algo pequeños pero ricos.El mantel de papel y las servilletas de papel desmerecen un poco el ambiente.Pedimos vino de la bodega que se ve desde el comedor, Abadía da Cova, muy bueno.

Estuvimos en el restaurante el miércoles, y salimos de allí con muchísimas ganas de volver a repetir. Llamamos para preguntar si podíamos comer (por tema de ser festivo) muy tarde, eran cerca de las cuatro, y la señora que nos atendió fue muy amable, tanto por teléfono como cuando llegamos. Al entrar el sitio estaba muy concurrido y pensamos que íbamos a tener que esperar mucho para comer, y tenemos una nena pequeña, pero todo lo contrario, nos pusieron en una mesa pronto y la comida no tardó en ser servida, y estaba todo...¡riquísimo! Pedimos croquetas, calamares y churrasco mixto, ensalada y vino, por supuesto, ribeiro de cosecha, que nos encantó! Comida casera, trato excelente y una relación calidad/precio muy buena. La verdad que fuimos casi a ciegas, porque no nos paramos mucho a mirar restaurantes ese día, y quedamos gratamente satisfechos. Un trato inmejorable a la niña, y con unas vistas increíbles! Por cierto, la ensalada también se nota que es de casa, porque el sabor del tomate no tiene comparación. Sin duda lo recomendamos! Gracias por el trato, volveremos!

Reservar mesa para muchas personas, comida buena y calidad precio bien; servicio bueno y Un gran aparcadero y unas vistas inmejorables

Una experiencia genial, las vistas eran geniales y el servicio también, un ambiente muy agradable, lo único malo que no hay carta física y elegir sin ver precios para gente que vamos con presupuesto limitado es algo complicado, la ensalada por ejemplo te la cobran son 5€ y unos entremeses valen casi 16€, más caros que el churrasco, la comida es de calidad pero estaría bien poder ver la carta y así elegir.Recomendamos los calamares y el churrasco de ternera.

Muy bueno el chuletón (27€ por 800 g.) y la tarta de piña (textura tipo flan con base de galleta y relleno con nata). También pedimos croquetas (que vienen con patatas paja) y flan de huevo. El café no es intenso (color claro y aguado) pero fue un detalle que al terminar te pongan aguardiente (para quién guste de una copa después de comer). La carta con los precios está en la entrada. Tiene muy buenas vistas y un gran salón (que se llena).

Un local muy amplio, recién reformado y con unas vistas increíbles del cauce del río Miño. La comida bastante buena, los calamares no los recomiendo parecen congelados. El servicio amable salvo que lento y te hacen esperar lo suyo así este vacío el sitio. Las raciones están muy bien salvo la ensalada que le falta un poquito de más de las tres cosas que le ponen. Precios algo altos para lo que es a la final.

Calidad precio recomendable. El churrasco tenía poca carne, mucho hueso. Comida rica, la salsa estaba buenísima.La atención mejorable pero es cierto que estaba el local lleno, nada malo que puntuar tampoco.

Excelente lugar. Tremendas vistas. Una cocina muy buena y completa. Con buena carta de vinos locales y emplazado en un lugar único. Rodeado de viñedos y con la inigualable presencia del Miño. Precios absolutamente lógicos a la calidad de la cocina . Posee bodega de producción propia

El local es amplio (perfecto para grupos) y con vistas inmejorables. Recomiendo reservar. Y hasta aquí lo bueno, el servicio caótico las comandas viajan por todas las mesas hasta acertar, tardan una barbaridad salvo que por casualidad se equivoquen y te entreguen el pedido de otra mesa. Calidad-precio suspenso, la comida es de lo más básica pero con precios elevados. O bien bajan precios o suben la calidad de la comida y del servicio. Una lastima con un poco de trabajo podría ser un gran restaurante.

Tardamos 45 minutos en ser atendidos para pedir las bebidas. Servicio un poco ajetreado…Pedimos churrasco, ya que chuleta y chuletón no les quedaba. Ensalada simple espectacular, muy bien aliñada. Entremeses ricos. Y sin duda lo mejor… el flan de queso. Tremendo postre, recomendadísimo.Ambiente y vistas… dudo que haya un restaurante con mejores vistas de toda la Ribeira Sacra. Mejor que cualquier mirador.